Expulsan a Dios del campo de fútbol

 

SUDÁFRICA
Expulsan a “Dios” del campo de fútbol


Johannesburgo, lunes, 14 de junio de 2010 (ALC) - A fin de evitar cualquier tipo de conflicto que pueda ocasionar choques de culturas y creencias que se mezclan en torno a estos grandes eventos, la FIFA le ha pedido a Brasil que modere sus manifestaciones relacionas a las cuales alude, públicamente, durante los partidos internacionales de este Mundial de Fútbol.

Así, los jugadores no podrán tener, bajo sus uniformes, camisetas con cualquier tipo de mensaje religioso o político que pueda dar motivo a trifulcas en el campo o fuera de él.

El jefe de prensa de Brasil, Rodrigo Paiva, ha dicho que pidieron al equipo que se obedezca el reglamento que establece no hacer público ningún tipo de credo, cuando la mayoría de ellos son evangélicos pentecostales, que estimulan a sus seguidores a asumir su misma fe.

En especial Kaká, que siempre lleva su ya conocida camiseta interior con el texto de “I Belong to Jesus” (“Pertenezco a Jesús”) o, como se recordará, cuando el defensa Lucio, capitán del equipo, dirigió un rito religioso en el centro de la cancha del estadio Ellis Park, de Johannesburgo, al coronarse Brasil campeón de la Copa Confederaciones, hecho que llevó a la federación danesa a protestar y manifestar que el fútbol es una cosa y la religión es otra y mezclarlos, como se hizo, es casi convertir el deporte en un acto litúrgico, lo cual va en contra de la política establecida por las competencias a través de sus reglamentos.

Se dice, también, que en Alemania 2006, la parte de la selección brasileña que se hace llamar “atletas de Cristo” fue neutralizada por otro grupo de jugadores como Ronaldo, Ronaldiho y Adriano, que no salían de las discotecas formando el “ala de los fiesteros.” Pero al asumir el mando el seleccionador Carlos Dunga y expulsar a estos últimos, el grupo de tendencia pentecostal se fortaleció, presididos por Kaká, quien ya ha anunciado que al abandonar el fútbol será predicador evangélico.

Los jugadores del equipo brasilero estuvieron algo molestos por este llamado de atención, pero tendrán que someterse a la disciplina y dejar a Dios fuera del campo, si quieren llegar a finales sin contratiempos ni otras medidas que empañarían su desempeño. De manera que solo sus plegarias por llegar a ganar el título tendrán que quedar en el corazón, sin expresiones que exterioricen sus preferencias religiosas ante el magno público de este Mundial de Fútbol en Sudáfrica, que tiene como característica especial ese “zumbido de abeja” de las trompetas conocidas como “vuvuzelas”, que han disparado la venta de tapones de oídos y que mantienen a la afición en las gradas, y  frente a los televisores  del mundo también, como si estuvieran disfrutando cada partido dentro de una gigantesca colmena.